Doctor Luis Raúl González Pérez, en representación de mi grupo parlamentario, el Partido Verde Ecologista de México, le doy la más cordial bienvenida a usted y a su equipo de trabajo a esta Casa del Pueblo.

El desarrollo democrático de un país está estrechamente ligado al respeto de los derechos humanos y es indicador en el diseño y ejecución de las políticas públicas. “La protección de los derechos humanos es un principio irrenunciable de la democracia”.

El mandato de proteger los derechos humanos de todas las personas se encuentran plasmados, como todos sabemos, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, reconocida por la Organización de las Naciones Unidas; sin embargo, la situación de los derechos humanos que vive nuestro país es un periodo de crisis derivado de lamentables hechos que han lacerado las garantías individuales de niñas, niños, adolescentes, padres y madres de familia.

Nuestra sociedad exige a todas las instituciones del Estado a que emprendan acciones inmediatas y efectivas, que den respuesta a sus reclamos de justicia y legalidad.

La crisis de seguridad social, la desconfianza de la población hacia las instituciones e incluso el entorno global, incrementaron la actividad delictiva. Secuestros, robos, atentados contra migrantes, abusos contra los grupos más vulnerables generaron un sinnúmero de situaciones críticas en el país.

Uno de los casos más claros es la presencia aún en nuestra sociedad de la violencia en contra de la mujer, en cualquiera de sus formas, la violencia intrafamiliar hasta el insultante comercio de personas, donde las mujeres son tratadas como una humillante mercancía y, por supuesto, sin dejar de lado los vergonzosos casos de asesinatos de mujeres que han señalado a México en el ámbito internacional.

Otro gran problema que requiere atención urgente son las diversas irregularidades en la prestación de la atención médica: un trato contrario a la dignidad, poco respetuoso y, en algunos casos, conductas discriminatorias que afectan el bienestar de los pacientes; la falta de atención en las unidades de urgencia; la atención de manera irregular; el maltrato a los pacientes; las intervenciones quirúrgicas negligentes; la inadecuada prestación del servicio médico, y la deficiente atención materno-infantil.

Además los servidores públicos incumplen los marcos jurídicos nacionales e internacionales, así como diversas normas oficiales mexicanas relacionadas con la calidad de los servicios médicos.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha recibido numerosas quejas en las cuales la atención médica es deficiente y se presentan irregularidades que tienen como consecuencia, incluso, el fallecimiento del paciente.

Sobre el caso, ¿qué acciones y mecanismos ha emprendido la Comisión ante las reiteradas quejas formuladas, en este sentido, en el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social que es el que más quejas recibe sobre negligencia médicas?, ¿qué objetivo tiene realmente fortalecer el derecho de los usuarios a este servicio?

En su informe anual de actividades de 2014, como Presidente de la CNDH, señaló que la Comisión que usted dignamente representa, defiende la libertad de expresión y, con ella, el derecho a la protesta social, consagrada en nuestras leyes. Sin embargo, estos derechos y libertades no son absolutos, sus límites son la afectación a terceros o la alteración del orden público. En este sentido, nos hemos pronunciado porque las manifestaciones se mantengan dentro de los límites de la legalidad, lo que a su vez las reviste de mayor legitimidad.

Con relación a dicho documento, ¿qué opina usted de los protocolos de seguridad pública que implementan los Gobiernos Estatales y Municipales para restablecer el orden y garantizar el orden social, derivado de las manifestaciones violentas de las cuales hemos sido testigos por los medios de comunicación, y que muchas veces la víctima termina siendo el victimario.

Cabe recordar que el Estado mexicano es signatario tanto de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes, como de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, con lo cual se compromete, al igual que otros miembros de la comunidad internacional, a erradicar esta deleznable práctica, la cual socava la esperanza de un futuro mejor para la humanidad entera.

Usted al inicio incluso de su intervención, nos hablaba de una cercanía a las víctimas, sobre este particular, me gustaría saber, qué gestiones ha realizado Comisión que usted preside en el caso de la joven Alejandra, quien trabajaba en una tintorería de  la Ciudad de México y que fue esclavizada durante dos años, tiempo en el cual recibió azotes, sufrió hambre e incluso a veces fue encadenada; se dice que los daños que sufrió fueron tan severos que, según los médicos, el cuerpo de la joven es comparable fisiológicamente al de un adulto de edad avanzada.

Por sus respuestas, señor presidente;

Muchas gracias.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO