*Con reforma al Código Civil, busca evitar la revictimización en hijas e hijos de la madre asesinada y poner a salvo su integridad física, emocional y psicológica

Con el fin de proteger a los hijos de mujeres víctimas de feminicidio y eliminar de manera tajante todo vínculo con el padre no solo violento, sino también asesino, el Partido Verde en la Cámara de Diputados propuso reformar el Código Civil Federal para establecer la perdida de  la patria potestad cuando se cometa este delito.

La iniciativa de la diputada Rocío Corona Nakamura establece que  "se pierde la patria potestad por resolución judicial, cuando el padre es condenado por el delito de feminicidio o feminicidio en grado de tentativa de la madre de sus hijos".

La legisladora consideró que, con esta adicción al artículo 444 del citado Código, se  resarce un poco la deuda pendiente que tenemos con todas esas mujeres, madres de familia, que no pudimos proteger y que fueron víctimas de violencia física, hasta perder la vida.

Explicó que "al quitarle la patria potestad sobre sus hijos a ese padre feminicida, les permitimos a esos  menores generar nuevos lazos afectivos con familiares que se preocupen por ellos y estén dispuestos a brindarles el amor, la protección, la seguridad y entorno favorable que requieren para su mejor desarrollo y la superación de ese hecho violento y traumático en su vida".

Añadió que "el feminicidio es un delito que no podemos tolerar y mientras lo erradicamos de una vez por todas, no podemos tampoco permitir que se eternice y se instale permanentemente en la vida de sus víctimas indirectas",

La diputada ecologista resaltó que por  ello,  urge eliminar el vínculo de los hijos con ese padre feminicida que probablemente violentó sistemáticamente por mucho tiempo a su esposa y finalmente, se las arrebató de manera violenta.

"Ese padre que puede -si no actuamos-, seguir representando para ellos un obstáculo para intentar sanar el daño emocional creado por la ausencia física de su madre y la violencia experimentada, así como también ser una fuente inagotable de revictimización y de peligro para su integridad física y también emocional y psicológica".

Corona Nakamura recordó las cifras de feminicidio que colocan a nuestro país en los primeros lugares en América Latina. Tan solo en el 2020 se registraron 969, la cifra más alta desde que existe registro de ese ilícito.

No obstante, insistió que dicho delito no inicia ni termina con la muerte de la mujer, ni ella es la única víctima, "también lo son sus hijas, hijos y familiares directos, a quienes debemos proteger, pues, con ese delito, también se les trastoca la vida".