Con la venia de la presidencia:

Compañeras y compañeros legisladores, conmemorar el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama es un asunto de la mayor importancia para la agenda de este poder legislativo, pues se trata de un problema que está afectando sensiblemente a la sociedad mexicana.

En los últimos 10 años el cáncer de mama ha sido el padecimiento más frecuente entre las mujeres a nivel internacional. Según la OMS, cada año se producen un millón 380 mil nuevos casos alrededor del mundo.

Durante 2012, en América Latina más de 400 mil mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama, mientras que en el mismo periodo se registraron 92 mil fallecimientos por esta causa. Las proyecciones de la Organización Panamericana de la Salud indican que el número de mujeres diagnosticadas con este padecimiento en América Latina aumentará en un 46% para el año 2030.

En cuanto respecta al caso de nuestro país, entre 2007 y 2014 la incidencia de cáncer de mama mostró una tendencia a la alza en las mujeres, siendo el año 2014 en el que se presentó la cifra más alta, con 28.75 casos nuevos por cada 100 mil mujeres de 20 años y más.

La tasa de supervivencia del cáncer de seno, varía mucho en todo el mundo, desde el 80% ó más en América del Norte, Suecia y Japón; el 60% aproximadamente en los países de ingresos medios; hasta el 40% en los países de ingresos bajos, según la OMS.

Desgraciadamente, 9 de cada 10 casos son diagnosticados en etapas avanzadas, y sólo en 3.7% de ellos las pacientes se detectan los síntomas en estados tempranos. Debido a este diagnóstico tardío, el tratamiento resulta mucho más doloroso, costoso y con menores expectativas de curación.

Sabemos que las causas que provocan la aparición del cáncer de mama son múltiples, pues los factores de riesgo van desde los genéticos hasta los ambientales, pasando por las circunstancias de vida de cada persona, y no todos pueden evitarse.

Se puede concluir que la alta prevalencia registrada en nuestro país de este padecimiento se debe, entre otras cosas, a la ausencia de una atención temprana y oportuna que ayude a prevenir las devastadoras consecuencias del mismo.

El combate a este mal silencioso, como ha sido llamado, exige de un esfuerzo decidido y eficaz por parte del Estado si de verdad queremos que no siga costando vidas humanas.

Se trata de articular leyes, políticas públicas y presupuestos para poner la ciencia y la tecnología al servicio de la población, haciendo especial énfasis en garantizar el acceso a la salud y a los avances de la medicina a quienes menos tienen. No olvidemos que el derecho a la protección de la salud, es un derecho social esencial para eliminar la desigualdad existente entre los miembros de una sociedad.

En el Partido Verde creemos que, derivado de las graves implicaciones que el cáncer de mama tiene para las finanzas públicas, para la sociedad, pero sobre todo, para las familias mexicanas que pierden a sus seres queridos, el tratamiento y la prevención de este mal debe ser una de las más altas prioridades de la política de salud en nuestro país.

Por lo anteriormente expuesto, este 19 de octubre queremos sumarnos a las actividades de sensibilización y concientización sobre este terrible padecimiento que afecta a tantas mujeres mexicanas, haciendo hincapié en que la prevención es y será el mejor método para combatirlo. Pero además de llamar la atención sobre la importancia de contar con un diagnóstico temprano, queremos reconocer desde esta tribuna el valor y la entereza con la cual encaran esta enfermedad las mujeres que están luchando contra ella, porque su ejemplo nos motiva y su esperanza nos renueva.

Es cuanto, muchas gracias.