Intervenciónde ladiputada Claudia Delgadillo,en sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, con punto de acuerdo, para exhortar al Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación CONAPRED,a proteger los derechos de las personas LGBTI y trabajar por una cultura decero toleranciaa la discriminación.

Con la venia de la presidencia;

Compañeras y compañeros diputados.

El acceso igualitario a todos los derechos debe estar garantizado para todas las personas, sin distinción de raza, género, nivel socioeconómico o preferencia sexual, lo anterior se ha convertido en uno de los ideales del Estado democrático liberal al que aspiramos, por el contrario, la discriminación, entendida como un trato desigual o de desprecio contra una persona o grupo de personas, atenta contra los derechos y libertades fundamentales reconocidos por la Constitución y los Tratados Internacionales de los que el Estado Mexicano es parte.

Sin embargo, es importante resaltar que a pesar de los grandes esfuerzos realizados por eliminar la discriminación por orientación sexual en nuestro país lamentablemente aún predominan prácticas excluyentes, las cuales deben ser erradicadas para la construcción de una sociedad igualitaria e incluyente.

La orientación o preferencia sexual de los individuos así como, las expresiones que de ella se derivan son parte de las libertades de las personas, mismas que como ya se mencionó se encuentran garantizadas en nuestra Carta Magna.

El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación ha realizado una importante labor impulsando acciones dirigidas a prevenir y eliminar la violencia, discriminación y crímenes de odio hacia la comunidad LGBTI, dichas acciones emprendidas resultan relevantes ya que de acuerdo con estadísticas del propio Consejo entre 2013 y mayo de 2021 se han brindado un total de 1092 atenciones a personas de la comunidad LGBTI, de las cuales en su mayoría destacan quejas por actos de discriminación imputables a personas físicas o morales.

En este sentido, el Estado tiene la tarea de garantizar la autonomía de los individuos y la posibilidad de su autorrealización dentro de las esferas pública y privada. Si bien, en la primera, se preservan los derechos de los ciudadanos y en la segunda, se desarrollan las relaciones humanas y familiares de los individuos y se satisfacen las necesidades básicas, esto no significa que los derechos de las personas a no ser discriminadas puedan limitarse o vulnerarse por códigos de conducta particulares.

Un ejemplo de lo anterior tuvo lugar a finales del año pasado en un parque de diversiones de la Ciudad de México en donde se suscitó un acto de discriminación en contra de una pareja de hombres que al realizar una acto afectivo entre ellos se les acercaron guardias de seguridad manifestando que su expresión de cariño rompió con la tranquilad del parque, conminándolos a no ser demasiado afectuosos solo por su orientación sexual.

En un país como México donde se presenta un alarmante número de crímenes de odio en contra de la comunidad LGBTI los actos de discriminación persistentes en la vida cotidiana deben frenarse, ya que no únicamente obstaculizan el acceso a derechos como el trabajo, la salud, la vivienda sino en casos extremos atentan contra la propia vida.

Si bien en los últimos años se han presentado avances significativos en el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI, tal y como se registró el año pasado en el parque de diversiones aún persisten prácticas, políticas y códigos de conducta que vulneran los derechos fundamentales de los individuos.

Quienes integramos el Grupo Parlamentario del Partido Verde manifestamos nuestro rechazo hacia este tipo de conductas que atentan los derechos de las personas LGBTI y trabajamos a favor de la promoción de una cultura de cero tolerancia a la discriminación pero sobre todo ante cualquier documento que vulnere lo estipulado y garantizado en nuestra Constitución Política.  

Es cuanto.